A día de hoy, tras mi entrada como propietaria en la peluquería, trato de hacer un trabajo excelente, de mejorar cada día y de que todos los clientes se vayan satisfechos con los arreglos y cortes que realizo a sus mascotas. Gracias a la confianza que ponen en mí, puedo ejercer mi profesión.
A los futuros clientes les puedo decir que si deciden confiarme a sus mascotas, pongo todo el amor e ilusión en cada uno de los "peludos" que vienen a mi peluquería, y que busco como objetivo principal su bienestar durante toda la estancia y la satisfacción plena de sus dueños.